Descubre Corciano
A trece kilómetros de Perugia, en la cima de una colina que sirve de bisagra entre la zona del Trasimeno y el valle del Tíber, se encuentra uno de los pueblos más bellos de Italia. El origen del nombre, así como la fecha exacta de su fundación siguen siendo objeto de discusión entre los estudiosos debido a la falta de documentación histórica precisa, pero sin duda puede moverse sobre la belleza y peculiaridad, única en su especie, de una ciudad medieval dormida en el tiempo.
Maria Sticco, escritora corcianese del siglo XX, reconoció dos cualidades fundamentales de su pueblo natal: la belleza pura y la paz inalcanzable. Y, en efecto, quien ha tenido o tenga la suerte de perderse en los antiguos callejones empedrados que serpentean entre de las fachadas de bonitas casas en bloques de piedra caliza y travertino, al resplandor de balcones floridos y vistas encantadoras, no puede dejar de disfrutar de la pureza de un lugar que se ha conservado intacto e idéntico a sí mismo a lo largo de los siglos, como para encerrar en sus paredes, como efecto de un hechizo, la atmósfera inalterada de un pasado atemporal.
Cuenta la leyenda que el nombre Corciano deriva de Ciano Razzeano, hijo de Giano, fundador de Perugia. Según el Código Vaticano 4834, la ciudad fue fundada por Coragino, compañero de viaje de Ulises. La tradición popular quiere que Corciano no signifique más que «corazón de Giano«, pero la hipótesis más probable y acreditada es que el topónimo deriva del nombre latino Curtius o Corisius, Coricius, quizás un terrateniente de la zona. Ni siquiera la fecha de su fundación es segura, pero se cree que el asentamiento debería haber existido ya en época etrusco-romana para el descubrimiento de una necrópolis de la época. Sea cual sea que sea la verdad, este pequeño pueblo ha dominado el valle de abajo durante siglos, abrazando paisajes impresionantes con tonos bucólicos que llegan hasta el lago Trasimeno y los montes de Malbe y Amiata.
Siguiendo el camino de la «ruta de los almendros», sobre todo en primavera, cuando los árboles están en flor, se puede disfrutar del espectáculo de la naturaleza en toda su plenitud. Senderismo, excursionismo, paseos a caballo y en bicicleta, además de visitar el bello casco antiguo y los museos que tenemos losciudadanos, harán de tus vacaciones algo excepcional e inolvidable. Desde edificios civiles hasta iglesias, todos ellos adornados con obras maestras dignas de mención, cada rincón te hará respirar la magia y la tranquilidad del pasado, lejos de las voces y la velocidad de lo moderno.
Y por si todo esto fuera poco, no podemos dejar de lado la obra de arte más importante: la cocina local, rústica y genuina como pocas en la actualidad. No te pierdas la oportunidad de degustar algunos de los platos típicos de la zona como el palombaccio (pariente de la paloma) y la sopa «al battuto», una sencilla sopa de verduras enriquecida con hueso de jamón, el «battuto» de manteca de cerdo, mejorana y ajo.
Después de todo, Corciano, junto con otras localidades comoPerugia, Umbertide, Panicale y Città di Castello, por nombrar sólo algunas, forma parte de una de las cinco menciones geográficas de la denominación DOP Umbría, la de los Colli del Trasimeno. La región de Umbría fue la primera en recibir en el territorio nacional el título de DOP (Denominación de Origen Protegida) para el aceitede oliva virgen extra, cuyo consorcio se compromete a garantizar y proteger la autenticidad del producto de excelencia que se ofrece a los consumidores. La mejor época para degustar el aceite de Umbría es en octubre y noviembre, durante los numerosos eventos regionales dedicados a la venta y degustación. No dejes escapar la oportunidad de degustar el aceite de la zona, elaborado a partir de diferentes variedades de aceites, hábilmente combinadas entre si: desde Moraiolo y Dolce Agogia hasta Frantoio y Leccino.
Y si prefieres la primavera, visita Corciano en abril, cuando, con ocasión de la «Primavera de la artesanía», durante unos diez días las calles del casco antiguo se llenan de puestos de artesanos, talleres y muestras, donde podrás admirar o llevarte a casa las obras maestras de la producción artística local, desde el vidrio hasta la cerámica, pasando por el hierro forjado, la madera y los bordados.
¡Es seguro que en Corciano ninguno de tus cinco sentidos quedará decepcionado!