A unos diez kilómetros de la plaza principal de Sellano, siguiendo un camino fácil, se llega a un pequeño lago artificial llamado Lago Vigi, construido en los años 60 tras la invasión del homónimo torrente. Entre los lugareños, este tramo de agua también se conoce en broma como el Lago Ness, que debe su nombre al restaurante Lock Ness que se construyó en las cercanías en un antiguo molino.
Inmerso en el pintoresco paisaje de aguas corrientes y bosques de encinas y robles, el restaurante tiene la particularidad de contar con un suelo de cristal que permite a los visitantes comer mientras observan cómo fluye el agua. Siguiendo otro camino, no muy empinado ni muy largo, se llegaa las cascadas del Torrente le Rote, donde el arroyo desemboca en el río Vigi con un salto de unos pocos metros. Hay que tener en cuenta que la zona no es de baño ya que la temperatura del agua es de unos 8-10 grados y que en los veranos especialmente calurosos, las cascadas pueden parecer completamente secas. En los alrededores, la densa vegetación es el hogar ideal para garzas y ratoneros, que acompañarán a los amantes de la pesca deportiva que se desarrolla en un centro específico, a poca distancia del restaurante y del lago artificial.