Descubre con nosotros qué ver en Montefalco.
Montefalco, uno de los pueblos más bellos de Italia, se desarrolla alrededor de la gran plaza circular en la cima de la colina. Representa un espléndido ejemplo de urbanismo medieval. Las calles principales convergen en la plaza que antes se llamaba «de los caballeros» (dei Cavalieri) o «Campo del Certamen» (Campo del Certame) o del «Pueblo» (Popolo). En él se encuentra el magnífico Palacio del Ayuntamiento, la antigua iglesia de San Felipe, hoy Teatro Municipal, y la iglesia de Santa María di Piazza, uno de los edificios más antiguos de la zona. También encontramos espléndidas mansiones del siglo XVI, como el palacio Senili y el palacio de Cuppis. Otras residencias nobles son el palacio Pambuffetti del siglo XV, el palacio Tempestivi y el palacio Langeli, que conserva frescos de la escuela de Zuccari.
Tomando la carretera de la plaza que conduce al barrio de Colla Mora, del siglo XIII, se llega a la iglesia y al museo de San Francisco, construida por los Frailes Menores Conventuales entre 1335 y 1338. Su ábside tiene pinturas al fresco realizadas por Gozzoli con las espléndidas Historias de la vida de San Francisco. En el interior, además, se puede admirar una Natividad del Perugino.
Continuando a lo largo del perímetro de las murallas medievales se puede llegar al pueblo de San Leonardo. Aquí se encuentra la iglesia y el convento de Santa Clara, dedicado a Clara de Montefalco, una santa nativa de la ciudad, cuyo cuerpo descansa en este mismo lugar; construida a partir de 1303, alberga en la pequeña capilla de la Santa Cruz un espléndido ciclo de frescos del siglo XIV que representan la vida de la santa. En el mismo barrio se encuentra la iglesia de los Iluminados con los hermosos frescos de Melanzio, y el convento de San Leonardo enfrente.
Volviendo a la calle principal de la ciudad, Corso Mameli, se encuentra la iglesia de San Agustín del siglo XIII, que conserva frescos atribuidos a Ambrogio Lorenzetti y Bartolomeo Caporali. No te pierdas el recorrido por las murallas de la ciudad. Aquí destacan la puerta Federico II, con la adyacente iglesia románica de San Bartolomé, la puerta de San Agustín, con su magnífica torre almenada, y la puerta Camiano. Cerca de esta última se encuentra la iglesia de Santa Lucía, construida a finales del siglo XIII.