La cerámica de Gualdo Tadino ha sido uno de los productos más importantes de la ciudad desde el siglo XIV. En 1361, un tal Angelo da Gualdo fue el proveedor oficial de mayólica del Sagrado Convento de Asís para la fiesta del Perdón. En el siglo siguiente la fama de la producción de Gualdo aumentó tanto que una ley de la ciudad de Gubbio permitió en 1456 la venta, en casos excepcionales, de las preciosas ollae y pignatte de Gualdo en los mercados de la ciudad durante todo el año. Más tarde, la fama de las mayólicas llegó a Roma: enel siglo XVII, un ceramista obtuvo permiso del Papa para aplicar oro a la cerámica utilizando una técnica innovadora desarrollada en la ciudad. Así se sentaron las bases para la construcción de aquella especificidad que llevaría la fama de la cerámica gualdesa fuera de las fronteras nacionales dos siglos más tarde , es decir, el resurgimiento de la fascinante técnica de los lustres metálicos. En 1873 Paolo Rubboli redescubrió, después de casi 400 años, esta técnica que da a la cerámica unos reflejos tan extraordinarios que da la sensación de un metal precioso. En la actualidad, Gualdo Tadino custodia con esmero esta tradición , tanto a través del Museo de Cerámica – Casa Cajani, que exhibe algunas de las más bellas mayólicas jamás producidas en la zona, como porque la tradición seha mantenido a lo largo del tiempo para hacer de la cerámica uno de los sectores económicos más importantes de la ciudad.