Inaugurado oficialmente el 26 de septiembre de 2009, el Museo Lapidario de la Ciudad de Todi ocupa algunas de las salas del antiguo convento de San Juan Bautista, más conocido como «Monasterio de las Lucrecias«. El nombre deriva de la noble anconitana Lucrezia della Genga, que en 1425 legó a las doce hermanas de la tercera orden franciscana femenina, un edificio situado cerca de las murallas de la ciudad. En el ábside de la antigua iglesia dedicada a San Juan y en las dos salas adyacentes se encuentran numerosos hallazgos arqueológicos de piedra, testimonio de la larga historia de la ciudad desde la época romana hasta el Renacimiento y la modernidad. La colección que se encuentra en el Museo Lapidario de la Ciudad de Todi ese una entre las más antiguas de Umbría después de la de Gubbio.