No podemos hablar de Gubbio sin hablar de sus Cirios y de la fiesta que se les dedica, uno de los eventos qué han hecho famosa la ciudad. El 15 de mayo de cada año, tres monumentales estructuras de madera, formadas por dos prismas octogonales huecos montados sobre las estatuas de los tres santos patrones de las artes de la ciudad, son transportadas por las calles de la ciudad en un recorrido de unos 4 km que asciende hasta la cima del monte Igino, donde se encuentra la Basílica de San Ubaldo. Con motivo de la solemne ceremonia, las calles están decoradas con los colores de los tres santos: el amarillo de San Ubaldo (patrón de la ciudad y protector de los albañiles y canteros), el azul de San Jorge (protector de los comerciantes y artesanos) y el negro de San Antonio (patrón de los agricultores y estudiantes). En el aire resuenan las notas de la Campanario del Palacio de los Cónsules cuando, por la tarde, comienza la carrera que no es una carrera propiamente dicha porque los santos llegan a la Basílica en el orden de salida, con San Ubaldo siempre a la cabeza. El esfuerzo físico que soportan los cereros no es insignificante: equipos de diez individuos llevan sobre sus hombros, durante distancia máxima de setenta metros, las monumentales velas de cuatro metros de altura y un peso aproximado de 400 kilos, antes de ser reemplazados por un segundo equipo. El evento es el momento más esperado del año para los habitantes de Gubbio, sus orígenes se pierden en la historia. Según algunos, la fiesta nació en tiempos paganos de los ritos dedicados a la diosa Ceres, protectora de la cosecha, según otros es la reproducción de la procesión fúnebre que acompañaba a la luz de las velas el ataúd de San Ubaldo el día de su muerte, el 16 de mayo de 1160. Sea cual sea la verdad, la Fiesta de los Cirios es definitivamente una cita que no hay que perderse!
Otros dos eventos que animan los barrios de Gubbio están estrechamente ligados a la tradición medieval de la ciudad: el Palio de la Ballesta, el último domingo de mayo, y el Torneo de los Barrios, el 14 de agosto, ambos dedicados al tiro con la ballesta medieval. El primero consiste en un desafío entre los miembros de las Sociedades de Ballesteros de Gubbio y Sansepolcro, el segundo se reserva a los ballesteros de Gubbio y los cuatro distritos de la ciudad (San Andrés, San Julián, San Martín, San Pedro).
Si bien es cierto que la historia y la tradición son las maestras, también lo es que Gubbio es mucho más: los amantes de la música tendrán que visitar la ciudad en los meses de julio y agosto con motivo del Festival de Verano de Gubbio, uno de los eventos ahora esperado por los ciudadanos y los turistas que da cabida a las actuaciones musicales de los intérpretes, profesores y profesionales, pero también por muchos jóvenes talentos de todo el mundo, dando a los oyentes emociones atemporales.
Si te gustan las luces y el ambiente navideño, Gubbio te sorprenderá con una idea sin precedentes: el árbol de Navidad más grande del mundo, es el impresionante espectáculo de un árbol de Navidad que consta de más de 800 puntos de luz, 800 metros de altura y 400 de ancho, que se extiende a lo largo de toda la ladera del Monte Igino, desde el valle hasta la cima, y que se ilumina cada año el 7 de diciembre.
Es inútil intentar describir con palabras las emociones que provoca.