A la entrada de la calle Via Umberto I, no muy lejos de la iglesia de Sufragio del siglo XVIII, se encuentra el Oratorio de la Nunziatella. Construido en 1494 por encargo del Ayuntamiento de Foligno, probablemente por el arquitecto Francesco di Bartolomeo di Pietrasanta, el pequeño edificio fue construido en el lugar donde, según la tradición, en 1489 cerca de un fresco que representaba a la Virgen, se produjo un acontecimiento prodigioso. En esa ocasión, la comunidad quiso dedicar un templo a la Virgen para asegurar su protección. La decoración interior del Oratorio de la Nunziatella, con los más finos detalles, está embellecida por dos famosas obras del Perugino: el Bautismo de Jesús y el Padre Eterno.