La tradición cerámica en Orvieto tiene miles de años de antigüedad y tiene sus orígenes en la época etrusca, una época en la que se extendió entre los asentamientos del territorio una de las producciones más refinadas de la antigüedad: el bucchero. Se trata de un producto cerámico negro, brillante, increíblemente fino y ligero. No obstante, el máximo esplendor de la producción etrusca deOrvieto se alcanzó en las llamadas «terracotas arquitectónicas policromas», elementos de decoracióny de edificios públicos y privados alabados incluso por Plinio el Viejo en su Naturalis Historia.
La tradición artística de la cerámica de Orvieto continuó a lo largo de la Edad Media, cuando se desarrollaron nuevas técnicas de decoración, como el sistema de retículas, una verdadera retícula geométrica pintada en el fondo esmaltado para dar profundidad a las superficies. En los primeros años del siglo XX se hizo un descubrimiento histórico en Orvieto. Casi todas las casas medievales tenían «butti«, es decir, espacios de despensa excavados en el suelo y olvidados con el paso de los años y de las numerosas renovaciones. En todos y cada uno de estos lugares se conserva una gran cantidad de cerámica medieval antigua, fragmentada pero en buen estado de conservación. Este descubrimiento hizo de Orvieto uno de los campos de estudio más importantes de la cerámica antigua de Umbría. Así comenzó un saqueo sistemático y deliberado de los «butti» que duró muchos años e hizo fortuna tanto a los anticuarios locales como a los museos más importantes del mundo, así como al Museo Arqueológico Nacional local.